No soy de esos conductores dementes que se cuelgan de la bocina, ni que dan volantazos entre carriles o que giran sin poner el guiño. Soy bastante precavido a la hora de mantener las prioridades de paso de peatones y ciclistas ( siendo yo un ocasional peatón y más ocasional aún ciclista), pero hay una vieja con juanete que vive a media cuadra a la que se la tengo prometida.
Todo barrio tiene una vieja de mierda. Es la encargada de andar con cara de orto por las veredas, llevando siempre una bolsita de red con tres pelotudeces, una billetera sin plata, un manojo de llaves gigante que solo está ahi para hacer ruido, un pañuelo de seda y algo en la otra mano para pegarle a los chicos y a las mascotas cuando se le acercan, temerosa de perder estabilidad por todo.
Uno la ve caminar por Monroe haciendo un trazado zigzagueante. Como que le sigue el rastro a una lombriz que bajaba del cerro haciendo eslalon. A veces puteando por lo bajo, otras a viva voz, se queda parada en la calle Hacha hasta verme llegar con la camioneta ( los días en que ando apurado sobretodo).
Es la única razón por la cual me haría colectivero y me la llevaría a pasear debajo del interno PISO SUPER BAJO hasta Avenida Contituyentes como mínimo. Porque no puede ser ya casualidad, intuyo estará parada ahí por horas, viendo pasar el tránsito como un agente de la Metropolitana. Sin importar las condiciones del tiempo; el frio no la conmueve, el calor no la aja, solo espera hasta ver el leoncito del frambuesamóvil asomarse a la bocacalle y ahí se manda. A un cruce kamikaze: En verde, en amarillo parpadeante, en rojo o en lo que esté.
Con los juanetes hechos mierda eso sí: viene caminando como si pisara huevos rellenos de alfileres, con los brazos abiertos haciendo equilibrio. Por la cara que pone, cada paso es una caminata en patas sobre un brasero ardiente; agachada va siguiendo atenta a su lombriz esquiadora. Yo espero, paciente sin hacer quilombo, pongo mi mejor cara de " pase Señora, pase o múerase de una puta vez, así podemos seguir transitando". Es al pedo, la vieja ya me tiene entre ceja y ceja. Ella ante la duda se da vuelta y me putea, porque encima que no le toco bocina y la espero como un señorito inglés, me putea... Vieja del orto.
Y me levanta el puño cerrado, mientras hace pan y queso, pasan dos trenes de ida y de vuelta, se me cuelgan de la bocina todos los bondis que vienen de un lado y del otro, me mandan a cagar al unísono todos los tacheros y fleteros y hasta algunos transeúntes que solo pasan por ahí y necesitan descargarse de la vida de stress de Buenos Aires. Porque la gente también es aprovechada y le gusta el bardo.
Y ella cruza, con cara de uña encarnada, de que los callos la están matando y que el PAMI le negó la pedicura, viene cargando pesados baldes imaginarios hasta subir al otro cordón y mirar con un dejo de satisfacción por sobre su hombro.
Me está sacando esta vieja, uno de estos días me consigo un coche alquilado ( para que no me reconozca) y me subo a la vereda -si hace falta-. La voy a levantar como sorete en pala...
By Colton & " CARMAGEDON" Vegas.

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