domingo, 15 de septiembre de 2013

Me parece que se cayó... de nuevo.

Heme aquí, domingo de lluvia y yo sin internet. Estoy  como loco calibrando la budinera a ver si consigo  al menos un poquito de conexión para  mandar la nota. 


Ando con una bronca macha. Un domingo de alpedismo garantizado y en casa parece que hubiéramos vuelto a 1980. Con lo que estaba esperando  un día así:
 A mi modesto entender, es como estar en el telo con una modelo y sufrir de impotencia por lluvia. Que se yo, Fibertel es así, cuando llueve “se cae”.  “Estamos trabajando para solucionar el inconveniente” te  dicen por teléfono.  Y yo me imagino  un escuadrón de cacheteadores, un  regimiento de sobadores y un pelotón especial de amasadores de la  fibra óptica que sin importar las condiciones de tiempo te enviagran la conexión para que vuelva “a levantar”.
Me caen simpáticos cuando preguntan “ ¿y ahí levanta?”.  Y uno del otro lado esta “ mmmnop. A ver dale un poquitito más que está remolona” o “ Hacé lo que estabas  haciendo recién que  todavía viene gomosa no me carga ni la página de google”.
Los domingos de frío y lluvia como este encima, están hechos para ponerla. Un poco para hacer cucharita, para verse un western con 400 extras cagados a tiros; para clavar dos pelis de romanos al hilo por el canal de cable donde lo ves a Charlton Heston arriba del carro  a las tres ponele y  siendo azotado por Egipcios a las 5 PM y decís. ¿Qué pasó? ¿Vendió el Flete y se dedicó el sadomasoquismo?
Son  días para agarrarla a la patrona  y corretearla, torta frita en mano por toda la casa; para hacer miguitas en la cama, tomarse unos ricos mates y mirar la temperatura a cada rato: Corroborar que sigue fresco y acurrucar un rato más.
Para momentos así el pijama es el uniforme de batalla. La jogineta, la bata y el remerón se vuelven de rigurosa etiqueta. Los diarios mezclados entre las sábanas y el living. La cara de “ que pajaaaa hoy” matizada con la panza de haberse comido todo durante el finde. Y la promesa de ir al shopping que se cae  cuando uno piensa “ De seguro está hasta las manos, voy a estar apretado con otros mil tipos que salieron a arrastrarse como un ejército de zombies frente a las vidrieras”.
Domingos así son para vivirlos en paz, con calma y tecito entre amigos/as. Hay que  instaurar por ley el té de las minas. Hablan a roletes, le dan a la lengua hasta el calambre, comen hidratos, se prometen cien mil kilómetros de cinta entre rebanada y rebanada de torta y vuelven a aquello tan lindo que tiene el encontrarse con el otro sin el mensajito o el face.
Cada tanto hay que aflojar. Mirarse una buena peli en el dvd y hacer pochoclos caseros. Quemar dos cacerolas con el caramelo hasta que te sale más o menos pasable ( pónganle un poquito de manteca y quedan una joyita). Y volver al mundo pre internet. Aprovecho y mando esto porque parece que levanta.
¡Buen comienzo de semana amiguitos!

Colton “ Im easy like a Saaaaandimoooorniiiin” & Vegas.

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